lunes, 27 de abril de 2009

Ojitos de caramelo



A ella que es tan linda,
ojitos de caramelo,
no le digas que la amo,
decile que la quiero.


No es que le tenga miedo
sino que me falta cuero.
Son tan pocos mis años...
pero sé bien lo que siento.


Cuando pasa muy cerca,
para serte sincero,
se me aflojan las rodillas
y me quedo sin aliento.


Así que, dentro del aula
o cerca del arenero
transmitile mi mensaje,
pero elegí vos el momento.


¿Cómo puedo yo hablarle?
Y expresar mi sentimiento.
Se reiría en mi cara,
o pensaría que es un juego.


Tampoco puedo callar esto
que me estalla dentro del pecho.
Vos sabés lo que se siente
cuando uno quiere en serio.


A vos que ya sos grande,
te pido, te encomiendo
cuando puedas acercarte
y decile mi secreto.


Recordá lo que sentiste
cuando con mamá se conocieron,
cuando el alma es la que grita
y el corazón es un cencerro.


Yo no tengo voz de hombre
por eso te encargo, viejo
no me vayas a fallar.
que con vos me juego entero.


Y cuando encuentres ese instante
decile que la quiero
que para mí es la más linda
¡ojitos de caramelo!